At julio 24, 2006 8:14 p. m., Lala
Me gustó mucho, primera vez por tu blog. gracias por tus visitas, voy a volver seguido a leerte y a comentarte...
cuando llegué al final del texto se me dibujó una sonrisa... una de las personas que más quiero, al llamarme Julieta y ser colorada, tiene por costumbre decirme Naranjú. y me encanta encontrarlo en palabras que nada tienen que ver con nosotros. me encanta que siga estando en todo.
besos!
At julio 25, 2006 11:12 a. m., Mariposa}:{Mística
LaiaBabel, insisto, si lo hace ya estaría castigado, por no convidar.
Rulo, los ojos chinos son de la vida, así dicen cuando te dicen.
Just, te mando uno si queres.
Julieta, gracias, espero seguir visitandote...
Lord, rojaiju o mbaeparico o mandiyú?
Físico, el me dijo una vez que iba a conquistar el desierto. Y yo le creo.
beso
At agosto 01, 2006 4:42 a. m., Belú
Es que los ojos se secaron, y las ciruelas dieron paso al ananá, o mejor a las mandarinas, que vienen prepotentes, como si fuesen las reinas del cóctel. Y los ojos chinos lloran, porque se secan y todo es ácido, el cóctel es ácido y su miserable vida de ojos también.
Un saludo grande!
(Escuchando Con los hombres azules - Manolo García)
Naranjuuuuuuuu
naranjuuuuuu
devuelveme el
burutucú
salgo corriendo detrás
y voy dejando la tansa
con boyas de colores
que flotan en el aire.
En el camino
los bueyes se miran hastiados
y dicen: "otra vez se afanó el burucutú"